Biografía

No soy capaz de recordar el primer momento en que hice una fotografía. Crecí viendo a mi madre con su cámara colgada en cada salida que hacíamos, y a mi padre le gustaba mucho salir, descubrir y disfrutar. No puedo decir otra cosa más que heredé de ella el ver el mundo a través de una cámara. Luego, con los años y mi manera de ver la vida formé mi propio estilo.

 

Tuve el privilegio de cruzarme en el camino con otros fotógrafos que influyeron sobre mí, no solo en su arte y estilo, sino además son su personalidad y valores. Entre ellos quiero destacar a Víctor Cardoso y a Francisco Guerrero, dos personas que me enseñaron mucho, no solo de técnicas y teoría sino a ser mejor persona. Dos grandes que no pueden ser más humildes. La primera cosa que Francis me dijo en un curso fue: “para ser buen fotógrafo hay que ser mejor persona”. A ambos estaré eternamente agradecida. 

Aunque… mi mayor fuente de inspiración es Dios, creador de todo lo que existe a nuestro alrededor. Dios “todo lo hizo hermoso” y yo disfruto descubriendo la belleza que hay en las cosas sencillas. Me encanta la fotografía nocturna, alejarme del ruido y de la prisa para fotografiar las estrellas o la vía láctea. En la fotografía nocturna descubrí que hay mucho aconteciendo a mi alrededor sin que yo me percate.

 

Pero, por supuesto, lo que más me apasiona y me ilusiona en fotografía es poder fotografiar sentimientos, contar historias en forma de fotos, ser testigo de los momentos más felices de la gente y poder inmortalizarlos es un privilegio que no tiene precio.

No viajo sola en este proyecto, tengo la bendición de contar con un equipo de amigos muy profesionales que lo dan todo porque el cliente tenga los mejores recuerdos. Especialmente gracias a Alessandro por sumar tanto a este proyecto, es una suerte contar contigo.